En este episodio, Lorena nos cuenta cómo fue enfrentarse al diagnóstico de un linfoma. Desde el momento en que se palpó ese “bulto sospechoso” hasta las semanas de incertidumbre en las que la palabra cáncer flotaba sin ser pronunciada. Compartimos lo difícil que es aceptar lo que te pasa cuando el cáncer no duele y cómo parece surrealista enfrentar un diagnóstico cuando te sientes bien.
También reflexionamos sobre la importancia de rodearte de un entorno que te apoye, pero sin minimizar lo que estás viviendo. Porque, sinceramente, todos necesitamos a alguien que nos diga: «Esto no es fácil, pero no estás sola».
Este episodio cuenta como aprender a comunicar lo que sentimos y gestionar las emociones, tanto nosotr@s como las de quienes nos rodean, cuando la vida te da un giro inesperado.